miércoles, 6 de mayo de 2009

Naturaleza Muerta


La manzana sobre la mesa. Sobre el centro de la mesa. La manzana redonda, la manzana rojiza y a la vez con brotes de amarillo. Pero siguiendo su evolución esto es un error, la manzana amarilla evolucionando, creciendo buscando el morado de su cuerpo firme, bajado a la fuerza por unas manos grandes y ásperas que chocaron con su piel lisa y tanta tierra sobre su pesado y jugoso cuerpo; luego los trapos, la selección, el verso y tanta maquinaria que la toca y ella sigue allí, jugosa en el centro de la mesa a la espera de una espera innecesaria, la espera que llegue y ya no haya nada mas, solo otra espera.
Pero estar ahí, cual estatua carnosa morándose, madurando y las manos que se acercan cuando tiembla la mesa y que hermosa manzana, y el polvo y la franela lustrándola. La luz del día la cocina, la noche el silencio el abandono, la espera. Y la luz ya no la hace brillar, ni la franela ni la espera conquistando labios maduros. Y la noche invadiendo de frío y la caída el desmoronarse de la piel, la espera y esta fea, tirémosla. Siempre hay otra manzana jugosa y hermosa para velar la mesa, la espera.

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