jueves, 29 de noviembre de 2012

Fechas de cumpleaños vacías



tomar una copa de vino en las noches
la manera de poner las manos en el volante
o mirar por encima de los lentes, las palmas ásperas
la forma de masticar, son detalles tuyos que tengo
y cuando me doy cuenta siento que soy vos
que soy parte de todo lo que dejaste.
dejar puede ser una palabra triste

cuando alguien deja la vida luego de pelear
incansable y silenciosamente, nos toma desprevenidos 
y empuja a un lugar donde saltar:
saltamos y crecemos
como la distancia desde la que caemos.
miro hacia atrás y veo el lugar desde donde salté
todo se ve mas pequeño
el mundo no es el lugar inmenso que parecía.  
sonrío y lloro cada tanto, a veces te hablo
y te escucho y me respondo desde tus palabras.
la vida nos deja mucho por amar y por decir.

jueves, 1 de noviembre de 2012

De cerca o de lejos




la tierra se abrió hace mucho tiempo en algún lugar
sigue moviéndose en este preciso momento,
vistas satelitales
siempre conforman mi perspectiva.
leí que de cerca un monstruo parece una persona
y las personas de cerca un monstruo
la tierra de lejos parece chiquita
de cerca puede serlo aún mas.
 la realidad desde lejos
puede ser un lugar seguro
hasta que le abrís la puerta y un hombre te apunta,
pienso en los monstruos.

no tengas miedo, me decías
pero yo tenía miedo con vos
pocas veces dormí en tu cama
pensabas que era una nena de mamá
dormir con vos me hacía verte mucho más de cerca
pensar que no eras un monstruo
débil e indefenso bajo el poder del sueño.
prefería verte de lejos, tus movimientos tectónicos
los desastres que seguías produciendo en otras vidas
o las maravillas naturales que podías crear

preferí verte de lejos, para que no me quites
la poca seguridad de cariño
para que no se muera en un terremoto
ahogado en un tsunami
o carbonizado debajo de la lava
y para que no se me mueva el piso
cada vez que te vea, al pasar.

domingo, 14 de octubre de 2012

Sudestada




Me pongo el suéter azul que te gusta, voy a ir a visitarte.
Afuera hay un sol de Marte, un sol que genera una luz muy roja
como de Apocalipsis, con las cenizas del Puyehue sobre las cabezas.

Solsticio para sofocar al amor en invierno
al amor más frío con la noche más larga un veintiuno de junio
gente sujetándose la soltería a los pies para no quedar a oscuras
surfeando pequeñas olas solitarias.

Creo que solo vos y yo nos vamos a amar
en la solemnidad de los soldados
guerra que tu cuerpo planteó unos meses atrás
con postura sofisticada y sollozos internos
dolores sobrenaturales del héroe que debe agigantarse detrás de un arma.

Software cargado en el cráneo para sobrevivir a la guerra
a la sociedad que veteranos los mira con pena con socorro
en sistemas de soberanía nacional y temas de sobremesa:
dilema de titiriteros con sus títeres ¿Quién come, quién da de comer?

En los sismos de la noche, en pesadillas
síntoma que crece en cada sirviente de la patria
sintonizando una frecuencia siniestra de simetría en su nariz
para poder no respirar la sangre nunca,
apenas la herida que atenderán los sindicatos.

Y en los medios sin razón
sintaxis de discursos alentadores a la causa
usan el protocolo de la guerra como un cóctel donde sirenas
sirven bandejas de canapés y sándwiches de miga
saludando con cánticos futboleros a los invitados
una especie de simbiosis entre simpatizantes
y mujeres que lloran y los hijos que no van a llorar.
Y vos que nunca me vas a volver a querer.

Me subo a un colectivo de la linea quinientos sesenta y dos
con la continuidad de la vida desde el último asiento.
Observo cada una de las personas
su manera de mirar por la ventana
como afuera una sinagoga brota desde la ceniza
en las veredas con la sinceridad de un sillón
al descanso de la sexualidad.

Veo vías de un tren que serruchan rieles
machimbre que irá a parar a la cabeza de los nuevos huérfanos.
El señuelo del amor, la serenidad
se sienta conmigo a contar las semanas que faltan
para el fin del combate.

Bajo del colectivo, el semáforo da pase verde
seguridad del miedo arraigado en la calle, segundo a segundo
segregando suelo acumulado con sudor,
no saber
si te voy a encontrar esta vez.

La gente y su suciedad
el smog marcha con prisa en smoking
forma parte de una secta que surge de la salvia
de los bosques talados en alcantarillas
setas que sangran nutrientes de tierra,
por eso también las hay venenosas.

Se produce en el mundo una saturación en los santuarios
rezos al santísimo en conjuntos de satén y sandalias franciscanas
queman en salamandras junto al sacrificio
la sabiduría lograda un sábado sabático en casa
en ese sillón sonámbulo
mientras adentro todo baila con la banda sonora del silencio.

Los barrios que veo cada día tienen algo distinto
pienso que se agotan los soldados
replegados en la zona cardíaca.
Estas por vencerte, los subsidios van subrayando
tu lugar a un lado de la ruta
suavidad suicida que requiere el naufragio de vivir.

Te visito en el hospital como cada tarde y
sin que me puedan ver las enfermeras
sustraigo con una sonda
sustantivos que me dejaste en las venas
y que sostienen por un tiempo más
el surrealismo que inunda la habitación.

No sè si vas a despertar
los partes médicos ya no son alentadores
pero este ejercicio diario me da la esperanza
de volver a verte sonreír
de inyectarme sobredosis de vos.
Porque sé que no hay consciencia
ni cuerpo ni hospital sin destruir
ni árboles ni guerras que duren para siempre
salvo el amor.

jueves, 20 de septiembre de 2012

En una habitación oscura buscando la luz



Últimamente no te hablo a vos, le hablo al amor
pero podemos ir a algún lugar donde te sientas solo,
a mirar el cielo de noche en las barrancas cerca de la ruta
lejos de la electricidad, de la civilización
para estar a solas con tu soledad
esa pequeña sensación escondida
detrás de tus vértebras lumbares,
me gustaba sentirte frágil.
Cuando dudo de la realidad me detengo a mirarme las manos
saber que están ahí, que son materia
y existen y hacen: el verbo mas parecido a vivir.
Entonces me miraba las manos moviéndolas aleatoriamente
pero te miraba a vos sabiéndote real,
mirabas a un costado, me mirabas a mí
luego mirabas al cielo siempre tan lejano
tirados sobre el pasto, ahora protegidos, desamparados
y te tocaba con mi mano que era mi mano y mi vida
te sentía en la piel, buscando la suavidad del antebrazo
mientras hablabas de cuánto querías construir
de todo lo que va a quedar de uno y del tiempo
y del tiempo con uno,  y yo olvidada parte de mi vida
entonces volvía a mirarme las manos
por un rato me olvidaba de mis planes, mis construcciones
en los que a fuerza de amor tracciono a sangre la soledad
y te buscaba la suavidad del cuello y de las mejillas
mientras te escuchaba decir sobre qué color te volverías ciego,
yo seguía con mi mano buscándote el cabello, la nuca
mi mano ahora se quedaba ahí
entre un pedacito de tierra en los acantilados
entre un pedacito de vos y tu mente
entre un pedacito del cielo y la eternidad.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿A qué lugar le llamas cielo?


Una mirada de insecto, lunático lunero y lunar,
sucede una extraña fragilidad en calma
imitaciones en esperanza de fuga o indiferencia
coreografías cotidianas madurando, debajo de las alas el mundo.

Aterrizaje en la tierra de miradas microscópicas
filtran la luz, avalanchas testigos del tiempo
campos magnéticos espian el relieve del paisaje,
corazón de trébol y sus contornos de la suerte
restos de algo que nos separaba.

Lugares donde la emoción dializa a la memoria
transforma la censura en un lugar habitable,
peces de colores te realzan la mirada
las calles son el espacio donde recorrerte,
tapar el sol con las manos esta mucho más cerca
el cuerpo pesado del agua estancada
en la feroz e inocente búsqueda del alimento y la supervivencia,
todo lo que llevas en tus manos de mimbre
artificio y templo de la carne, en la fachada las banderas
miniatura sustancial frente a la inmensidad
ventanas contienen la espesura de la luz,
al este un atardecer, boquetes en las paredes 
contraen distancias, apariciones, pequeñas sintonías
verticalidad que se proyecta en la respiración,
a cuantos pasos del infinito o de las perfecciones del amor
a qué lugar le llaman cielo
cuando el espacio se expande en vacíos
el escape se convierte en trampa
deja de pertenecer o se vuelve claridad
rincones donde el miedo descascara las paredes.
Yo te quiero permeable, así, con tus destrucciones
lleno de historias 
con el vértigo y el peligro de la celestialidad.




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sábado, 1 de septiembre de 2012

Visita al zoológico


Camino entre árboles
me descalzo las ruedas de los pies,
muere el aguijón de una aguja de reloj
inyectando en las venas
espera y paciencia.

Alrededor hay cientos de animales
y no sabemos si es martes
o viernes o selva.
El tiempo deja de conjugar verbos
mi cautiverio te mira
detrás de una reja gigantísima
como tu fraternidad vacía,
en cámaras de fotos que relampaguean
bajo la dictadura del paisaje.

Camino inquieta, en círculos
respiro palomas breves
entran al zoológico y se van
donde animales no esperen su muerte recostada
cansados del ojeo y la mirada constante
y las voces, gruñidos de hombre.

Sigo comiendo de tu mano
hasta el día de la revolución.

Las rejas son mis costillas
y toda esta selva se muda lejos
tan lejos que me vas a encontrar
otra vez, pero llena de vida
cerrándole los ojos a tu muerte.

jueves, 30 de agosto de 2012

Felicidad masticable



Debajo de un cielo oscuro
estoy en el agua sumergida
el mar siempre invadiéndome la sangre
transportando nutrientes, oxígeno
y las pequeñas muertes
arrastran sus desechos
amortiguándome en las caídas

estoy pensando 
en la consumación de la felicidad

cuando te veo quiero morderte
masticarte y tragarte
pero seguiría con hambre.

Me quedo quietita mirándote
ya no sé qué quiero hacer con vos
nada me alcanza
y tu compañía es un ritual
donde contengo el canibalismo.

Sos la fuente
el agua la sed el hambre
el sonido circular de las gotas
que dejo caer
y hundo las manos
muevo el agua desde abajo
con ansiedad y aletas

escucho el agua y soy ella
el setenta por ciento de tu cuerpo
y el treinta restante tu carne
tu cuerpo como isla.

Quiero moverme en tu agua
      soy un pez
y con una isla como vos
y estas dimensiones

podes ser mi noción del mundo.

sábado, 11 de agosto de 2012

La puerta y el arroz con leche




Deslizo el dedo índice
por la página amarillenta de un libro,
puntos cardinales
en la reflexología del cuerpo,
abriendo células como flores naranjas al sol.

Allá enfrente tu casa
una nueva edificación del tiempo,
hasta la respiración
cambiaba de curso en el aire,
los autos apenas se movían
con el trazo de luz en una foto,
en el movimiento que le damos al verlas
y la continuidad,
el trazo imposible y eterno del instante,
o las hojas del tilo en la vereda
que encaprichan al árbol en té.

Miro tu puerta
un comprimido amarillo
de quinientos veintisiete miligramos
de analgésica felicidad
que abro con los dientes
se diluye
en la boca
los poros se cierran
la pupila se dilata
en la página ciento treinta y seis del libro.

Flores amarillas del tilo
aroma a navidad
la corteza del tiempo
y la piel
tirada como un pedazo de canela,
se disminuye al polvo
de un arroz con leche
en la cuchara
y no abrimos la puerta para ir a jugar
entonces
una foto con vos en la página ciento treinta y siete
y un militar que levanta la barrera del tren
en la esquina de casa,
no la vemos en la foto pero está
como vos y yo,
y la continuidad
se convierte
en una pequeña desaparición.

lunes, 16 de julio de 2012

Los sabores y el recuerdo


la casa se inunda de agua imaginaria
corre un río como una serpiente
que ingiere entera a su presa 
y se dispone a reposar

tengo impregnado ajo en los dedos
la astringencia del vino de una noche
y los taninos como estrellas flúor
agarrados a un beso al cielo del paladar

un invierno escolar, los guisos de la abuela
cuando me obligaba a ver el noticiero de las doce
recuerdo una marea roja en china
un político en traje
con esa formalidad que lleva la gente
de guantes blancos en una fiesta de gala
o una película donde roban un diamante
y es mas o menos lo mismo

sopa de calabaza me lleva al día en que murió papá
una taza en manos de alguien  
que intentaba alimentar
la falta de hambre y la tristeza

zapallitos rellenos me llevan al almuerzo 
luego de dejar de ser una nena
lloraba en el recreo 
mientras trataba de entender
que le pasaba a mi cuerpo
mucho antes de que le pasaras vos

aroma a bizcochuelo de naranja
se esparce por mi casa
sinónimo de calma y felicidad

las mariposas del amor 
a veces son la serpiente reposando
en algún rincón de nuestro cuerpo
 hay dias en los que siento
que no tengo corazón                                                                   
y en su lugar late un estómago inmenso
que intenta digerirte

martes, 3 de julio de 2012

En lineas



El mar de tarde, el horizonte nítido
su línea recta
corta abruptamente
el alcance que permite la mirada.
El mar los días grises
la bruma que desdibuja esa línea
o cuando esta nublada la ciudad
pero allá
mar adentro
el cielo se despeja y el sol cae
como la luz que deja
una cortina que se abre
en un cuarto frío.
El agua se hace inmediata
su dimensión se torna personal
el final hipotético del mar
la curvatura en horizonte de la tierra
brilla, pierde la nitidez
se ve infinito a pesar
que en el planeta todo es finito
siempre hay alguien del otro lado
mirando, viviendo
o hacia el centro de la tierra
algo se termina donde comenzó.
Mirar hacia el cielo también
es mirar al infinito
o mirarte a vos
tus ojos con la claridad
mar adentro
o recostado sobre el pasto una mañana.
Esas son mis dos ideas de infinito
y pensar en ellas
me hace tocar la felicidad
y me digo que eso no
es demasiado
pero quiero tenerte cerca
que seas el enfoque terrenal
en la horizontalidad del mundo
y nos unamos  
en el centro
como una perpendicular
a la verticalidad del infinito.

viernes, 15 de junio de 2012

(titulo desconocido)


Todo puede tener sombra

Hay luz en todas partes
pero el mundo es un lugar oscuro
de luces encendidas.
Si está nublado hay una leve sombra fantasmal.

Una tarde de verano frente a la higuera
sentada al lado de mi abuelo
sobre el banco blanco de su jardín
me escondía chiquitita
apegaba mi cuerpo a su cuerpo,
miraba al piso queriendo entrar
en la sombra que él dejaba
cuando descansaba del taller de carpintero
y el aserrín simulaba
un pelotero donde pasar horas.

Mi terror por las moladoras crecía
la descuartización del tiempo asomaba
como una catástrofe inevitable.

La sombra del brazo de mi abuelo se estiraba
mucho más en el piso que a mi lado,
agarraba la pava y cebaba mates dulces
la bombilla de la sombra larguísima
deformaba sus bigotes de brocha matinal,
al succionar agua se arqueaban.
No me convidaba, la abuela decía
su saliva es sucia y asquerosa.
Pero él disfrutaba de la vida, de comer
jugaba al truco, al fútbol, pescaba.

Otras tardes iba a verlo y abuela decía
no molestes a tu abuelo que está muerto
y yo corría a la habitación
con el pulso corriendo delante de mí,
abría la puerta y me acercaba despacito
calmándome para escuchar su respiración,
si su pecho se inflaba
si sus pestañas temblaban.

Todo puede tener sombra
la luz de mi abuelo con la oscuridad de la abuela,
el limonero del vecino a la higuera,
esa sombra que caminaba
cada noche alrededor de las camas,
y yo iba a ver si dormían
mamá, papá, mis hermanas
porque creía que podían estar muertos.

En puntitas de pie volvía a la habitación, tranquila
velando el sueño de todos
creyendo que la sombra
de la muerte de la infancia
estaba lejos.




(marea gris)

Vidas pasadas


Vos no me ves, pero yo tengo
la puntería del segundo exacto
levantar la mirada y verte pasar
en la trayectoria de un cometa.
Voy a seguir encontrándote
en una generación perdida
en la galaxia de Andrómeda,
hoy leí que vamos a chocar con ella 
en tantos millones de años 
que siempre queda en el futuro
como la incógnita que fuimos.
Vamos a unirnos 
en una sola galaxia elíptica
compartir planetas, polvo estelar
nebulosas, agujeros negros y todas 
todas las dimensiones posibles,
zonas de vacío en el universo
como en el que podíamos caer
cuando estábamos juntos.
Es de día y busco estrellas
la señora de las vidas pasadas me dijo
que en esta vida no estás
que mi acción es aprender a amar
decime entonces por quién sufro.
El sol calienta más las manos
cuando me tapo la cara 
queriendo verte.

miércoles, 15 de febrero de 2012

(titulo desconocido)


Domingo 19 de febrero, 21:00 hs.
La Cuadrada (9 de julio 2737), Mar del Plata. 
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LECTURAS:
* Fabián Iriarte
* Héctor Cuenya
* Bárbara Drucaroff
* Maximiliano Provenzani
* Martín Zariello
* Gonzalo Viñao

FOTOGRAFÍA:
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PLÁSTICA:
* Julieta Bleu
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MÚSICA EN VIVO:
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VOZ y PERFORMANCE:
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