Te pesa la mugre
el rugir del silencio
se enreda a tu lengua
el sacrificio es lento.
La rueda gira sobre tu cabeza
dentro
donde moho y demencias
decapitan lo que pudo ser.
Espías la curtiembre del asfalto
y sus cuerpos paseándose
solo tu cara ceñida a los brotes de tierra.
La muerte, ese esclavo
intentando escapar por el cuello.
Y la garganta escala
a donde las palabras
no te dicen.
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