lunes, 1 de junio de 2009

Horizonte sobre tu mar.

En aquel horizonte pinceles escriben el exilio
no quieren huir
cuando suena el blanco frio en la ventana.
Finales comienzan 
tallan sobre cada mano
un destino.
Solo despedidas y anclajes
enredándome al viento que rompe en tus pestañas
mientras se desgrana el hemisferio
en la pequeña ceja de los puertos.
Y es ahí
donde la calma se acomoda a tus orillas
donde poder esperar
ese eterno exilio hacia el nunca.
En las rocas hay un mástil
una bandera
flameando la esterilidad de tu memoria.
Y cada vez que el sol se oculte bajo latidos
y solo yo sea el cautiverio
única función de tus mareas

será tu adiós en mi boca
un horizonte
o será el tiempo.

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