Un cumulo en los labios
se esparce
despejando cielos.
Tu boca suspira rescate de insectos
y vaya a saber
qué tanto mundo insano
cae por la cintura
resbala por tus manos
mundo de costillas.
Cada minuto
tatuarse la existencia
pedazos de papel.
Y tu cintura se esparce
sangra huellas de tormenta.
Desbarrancar a tu piel
o volcarme temblorosa a los lados de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario