martes, 3 de julio de 2012

En lineas



El mar de tarde, el horizonte nítido
su línea recta
corta abruptamente
el alcance que permite la mirada.
El mar los días grises
la bruma que desdibuja esa línea
o cuando esta nublada la ciudad
pero allá
mar adentro
el cielo se despeja y el sol cae
como la luz que deja
una cortina que se abre
en un cuarto frío.
El agua se hace inmediata
su dimensión se torna personal
el final hipotético del mar
la curvatura en horizonte de la tierra
brilla, pierde la nitidez
se ve infinito a pesar
que en el planeta todo es finito
siempre hay alguien del otro lado
mirando, viviendo
o hacia el centro de la tierra
algo se termina donde comenzó.
Mirar hacia el cielo también
es mirar al infinito
o mirarte a vos
tus ojos con la claridad
mar adentro
o recostado sobre el pasto una mañana.
Esas son mis dos ideas de infinito
y pensar en ellas
me hace tocar la felicidad
y me digo que eso no
es demasiado
pero quiero tenerte cerca
que seas el enfoque terrenal
en la horizontalidad del mundo
y nos unamos  
en el centro
como una perpendicular
a la verticalidad del infinito.

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