miércoles, 21 de mayo de 2014

Un abrazo


En la oscuridad del cuarto
la luz de la computadora era toda esa luz  
que pegaba en tus ojos
de niño que descubre la inmensidad del universo
en una noche de cielo estrellada
abriendo esos ojos a la vida debajo del mar
o de un libro corriendo por las manos.
En tu mejilla derecha escondí mi cara
como los perros esconden su rostro
en el pelaje de otro cuando hace frío
y pude ver a través de los párpados
vi un refugio parecido a la cueva
de las niñas Quispe, en la cordillera de los andes
con todo el viento rondando afuera
y con vos en la inmensidad del abrazo
me olvido de ese zumbido
que llenaba la sala del cine hasta dolernos.
Cuando sopla fuerte el viento arrastra
energías de los cuerpos
son llevadas a sesenta kilómetros por hora
cuando salís a la vereda te rozan y empujan
con su carga pesada o acarician con su liviandad.
En ese abrazo refugio pude sentirme protegida
en el abrigo de las montañas
a un posible tsunami
a la brisa del norte que se amolda
en los valles, y del frío de afuera.
Quiero viajar como el viento
ver en la aplicación de internet
hacia donde corre
soltar hacia esa dirección un poco de amor
para que llegue a vos y se amolde
en el espacio que queda
entre los cristales de los lentes
y la delgada piel de tus ojos.






http://earth.nullschool.net/









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