miércoles, 28 de mayo de 2014

La quietud


Estás quieto en el centro de una fuente
tu cara seca como la moneda
que apreto y escondo en el puño de lana
para dejar caer: pido tres deseos
te apunto con una ballesta
calibro demasiado tarde, desvío el tiro
sos una escultura intacta
aunque te pongan nervioso
pliegues en la sábana
el agua corriendo
estás embalsamado en un sarcófago dorado
hace cincuenta y tres horas que no duermo
te toco si dormís de espalda
me acerco a escuchar tu respiración
como el sonido del mar
ayer fui a la playa y encontré
gaviotas quietas sobre la arena
al resguardo de las rocas 
no volaban y no estaban heridas
mi hermana quería ayudarlas pero yo no
la naturaleza sabe lo que hace, le dije
las llevamos a una fundación
tenían botulismo, no se salvaron
y la gente sigue
tirando basura en las playas
las aves se aquietan en la orilla
como el sueño tuyo
ya no sos nadie si no abrazás si no sentís
un minero te pica la piel desde adentro
en el interior
pequeñas explosiones te destrozan
sos cobre sos bronce sos hierro
yo, todavía siento
y espero no comer más de tu basura
ni beber del agua contaminada por tus minas




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