Hay un día tachado del almanaque
donde la psicosis sale de contexto
y el envase de la comunicación se deshilacha
sobre la falda de la abuela.
Inactiva a los ojos diminutos
tu represión será madera de otra mesa
debajo de los pies.
Y amarán los árboles sus raíces
ramificadas al olfato de la tierra
pero la neblina se posa sobre la terminal de la angustia
y el bosque nos abre su paraguas de fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario